lunes, 9 de agosto de 2010

Reflexiones metodológicas

REFLEXIONES METODOLÓGICAS PARA EL DISEÑO DE PROYECTOS PRODUCTIVOS ASISTIDOS

OSCAR LICANDRO
MARÍA PAZ ECHEVERRIARZA

©UNESCO 2006

Contenido
PRÓLOGO ........................................................................ 5
Capítulo 1
LOS PROYECTOS PRODUCTIVOS ASISTIDOS:
CONCEPTUALIZACIÓN Y ASPECTOS METODOLÓGICOS DE ESTE TRABAJO ......... 8
Introducción y precisión de los conceptos ........................................ 8
Objetivos y alcance de este trabajo .............................................17
Metodología .....................................................................18
Capítulo 2
ANÁLISIS DE CASOS ...........................................................21
Caso 1. Las Pioneras .............................................................21
Caso 2. Delicia Criollas ..........................................................24
Caso 3. Producción de cerdos ......................................................27
Caso 4. Cooperativa de Servicios (CODES) .......................................29
Caso 5. Periarte ...............................................................32
Caso 6. Bichitos de Luz ..........................................................34
Caso 7. Cooperativa UNIR ........................................................ 36
Capítulo 3
APRENDIENDO DE OTRAS EXPERIENCIAS ...............................................40
Programa 1. OPORTUNIDAD MYPE ....................................................40
Programa 2. EMPRECREA ...........................................................43
Programa 3. PAPPUM ..............................................................46
Programa 4. EMPRENDE URUGUAY ...................................................49
Capítulo 4
CARACTERÍSTICAS DE LOS ACTORES
DE LOS PROYECTOS PRODUCTIVOS ASISTIDOS DE INCLUSIÓN SOCIAL ............53
El impacto del entorno sociocultural ...........................................53
El empresario “pobre” ..........................................................55
Capítulo 5
UN MODELO PARA ORIENTAR EL DISEÑO DE PROGRAMAS
DE APOYO A LA CREACIÓN DE PROYECTOS PRODUCTIVOS ASISTIDOS ............69
Ideas orientadoras ............................................................69
Fases del proceso .............................................................71
Los servicios de apoyo .........................................................73
Capítulo 6
TENSIONES Y DESAFÍOS PARA EL DISEÑO E
IMPLEMENTACIÓN DE PROGRAMAS DE APOYO A LA
CREACIÓN DE PROYECTOS PRODUCTIVOS ASISTIDOS ...................................77
Algunos puntos débiles de los programas de apoyo
a la creación de proyectos productivos asistidos .............................77
Sobre la selección ...........................................................79
Sobre la capacitación ........................................................80
Sobre la asistencia técnica ..................................................82
Sobre el acompañamiento ......................................................82
Sobre el crédito .............................................................83
Sobre el apoyo material ......................................................88
Sobre el apoyo a la comercialización .........................................90
Sobre el paraguas institucional...............................................92
BIBLIOGRAFÍA .................................................................95

Prólogo
Este trabajo es un esfuerzo de cooperación entre un sociólogo especialista
en gestión de empresas y una doctora en educación. Ambos compartimos la
idea de que el conocimiento demanda niveles de especificidad muchas veces
indispensables para poder entender el estado del arte de cada área. Sin
embargo, nos embarcamos en este proyecto explorando conjuntamente el
problema de los emprendimientos productivos orientados a la inclusión
social. Se trata de un problema tan importante como complejo, del que no se
ocupa el sistema educativo formal, pero que presenta desafíos educativos
significativos. Del mismo modo, no es abordado por los programas académicos
de formación empresarial tradicionales, pero entendemos que su incorporación
hace depender en buena medida, el éxito de esos proyectos.
En este ensayo, comenzamos por relevar, luego de algunas definiciones
terminológicas imprescindibles, diversas experiencias que han llevado adelante
proyectos productivos que buscan facilitar la inclusión social. Luego, se
examinan asimismo algunos programas de apoyo a microemprendimientos
orientados a sectores con mayores recursos socioculturales. Finalmente,
elaboramos un conjunto de ideas orientadoras que sustentan un modelo de
desarrollo de proyectos productivos asistidos. Compartimos la convicción de
que era necesario identificar aspectos conceptuales en estos temas en forma
integrada (lo educativo, lo empresarial) con la aspiración a que pudieran servir
de insumo tanto para la concepción y desarrollo de proyectos productivos
como para la educación en, para y desde el trabajo. A lo largo del texto se
debaten diversos aspectos del problema y, lejos de agotar esta discusión,
esperamos que la alienten. Las dificultades para desarrollar proyectos productivos
viables partiendo de situaciones de pobreza son muy grandes, pero
quisimos abordarlas desde el lenguaje de las posibilidades, al decir de Giroux.
Compartíamos también la idea de que Uruguay posee un importante
cúmulo de experiencia, programas y conocimiento en el tema, pero que la
información sobre ellos está muy dispersa. Ninguno de los dos autores
alimentábamos la ilusión de que un libro pudiera solucionar lo que percibimos
como una gran diversidad de concepciones en estos programas. Pero
partimos de la idea de que el tema de proyectos productivos asistidos puede
facilitar un desarrollo a escala humana no divorciado de la situación de
partida y del proceso de superación –el aprendizaje, lo educativo– que ocupe
la persona en ese proyecto.
También queremos subrayar particularmente un aspecto de este trabajo
y es el que se refiere a cómo nombrar a la población objeto de estas iniciativas.
Nos manejamos de manera general con “personas en situación de pobreza”
o “programas que tienden a la inclusión social” o “empresarios pobres”.
Aspiramos a que en un futuro cercano la descripción específica de la
población objeto de estos proyectos y programas se considere parte consti6
tutiva del diseño y por tanto se pueda identificar con mayor detalle su
situación de inicio. Es bien posible que una buena comprensión del punto
de partida sea tan importante como la identificación de la meta para el
objetivo final de estos esfuerzos.
Compartimos con Juan Carlos Tesdesco1 que “más allá de todas las
incertidumbres y las crisis de paradigmas que provocan los profundos
cambios sociales por los cuales atraviesan nuestras sociedades, no caben
dudas acerca de la centralidad que asume la cuestión social. Se ha roto la
asociación entre crecimiento económico y bienestar social o
–dicho en otros términos– entre productividad, empleo y salarios. Hoy es
posible la coexistencia de altas tasas de crecimiento económico con igualmente
altas tasas de desempleo, exclusión y pobreza, todo lo cual modifica
tanto las características de estos fenómenos como las estrategias para
enfrentarlos”.
La UNESCO ha definido una estrategia de plazo medio que incluye tres
puntos fundamentales: promover la educación como un derecho fundamental;
mejorar la calidad de la educación; y estimular la experimentación, la
innovación, y el diálogo. Es fácil suscribir estos principios. Los desafíos
surgen cuando se los trata de aplicar en el contexto de sociedades cuarteadas,
al decir de Néstor López. En el caso de Uruguay, un esfuerzo reciente en
esa dirección puede verse en el Seminario que, sobre el tema “Educación para
la sociedad del conocimiento: aportes hacia una política de Estado”, llevó
adelante en el 2001 el Centro de Estudios Estratégicos 1815 con el apoyo del
Sistema de Naciones Unidas. El documento de acuerdo suscrito por doce
técnicos2 en esa ocasión incluía, entre otros, los siguientes puntos:
1. La distribución desigual del crecimiento de la población uruguaya entre
sus estratos socioeconómicos plantea importantes desafíos para el
sistema educativo, si éste aspira a cumplir un papel amortiguador de la
pobreza y facilitador de la movilidad social.
2. El sistema educativo debe propiciar la diversificación de las modalidades
de formación y la flexibilización del tránsito entre instituciones, carreras
y formaciones. Asimismo, debe promover la oferta de formación continua
a lo largo de la vida y la formación en, para, y desde el trabajo a todos los
niveles.
3. Las organizaciones y modalidades alternativas de acción educativa
contribuyen a atender muchos de los problemas socioeducativos antes
señalados, por lo que ameritan el reconocimiento y la articulación con la
educación formal.
Más recientemente, el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) ha
realizado el lanzamiento de “La educación no formal, política educativa del
MEC”.3 Podemos pensar en este esfuerzo como una concreción de estos
1. López, Néstor, Prólogo a Equidad Educativa y Desigualdad Social: desafíos a la educación en
el nuevo escenario latinoamericano, IIPE, Buenos Aires, 2005.
2. Rafael Guarga, Javier Bonilla, Carmen Tornaría, Ricardo Vilaró, Luis del Castillo, Jorge
Grünberg, Alberto Nieto, Carlos Filgueira, Teodoro Kunin, Martín Pastorino, Javier Lasida,
María Paz Echeverriarza.
3. Montevideo, 27 de julio de 2005. Ministro de Educación y Cultura, ingeniero Jorge Brovetto
y Director de Educación, maestro Luis Garibaldi.
7
lineamientos generales a nivel ministerial. El desarrollo de proyectos productivos
asistidos como instrumento para la inclusión social ocurre ya en el
marco de la acción de las instituciones públicas, privadas y programas que
llevan adelante iniciativas de educación no formal. Es en este plano donde
los desafíos se manifiestan en toda su dimensión. Nuestro deseo es que este
material ayude a mejorar los diseños metodológicos de los programas que se
destinan a las poblaciones de jóvenes y adultos que se encuentran en
situaciones de pobreza, para que los emprendimientos puedan conjugar el
aprender a hacer, a ser y a vivir juntos.4
4. “La educación encierra un tesoro”, Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre
la Educación para el siglo XXI, presidida por Jaques Delors (1996).
8
CAPÍTULO 1
Los proyectos productivos asistidos:
conceptualización y aspectos
metodológicos de este trabajo
INTRODUCCIÓN Y PRECISIÓN DE CONCEPTOS
A comienzos de los noventa el tema de los microemprendimientos5
formaba parte de la agenda de diversos actores institucionales dedicados a
la promoción social. Tal como mencionó un entrevistado, en esa época el
apoyo a los microemprendimientos era “el” tema. Pero con el tiempo su
importancia fue decayendo, principalmente porque las experiencias arrojaron
resultados por debajo de las expectativas, y esto ocurrió debido a que
varios de los supuestos en que se basaron esas experiencias no funcionaron.
La evaluación de esas experiencias y de las que se están llevando a cabo
actualmente, así como el estudio de experiencias que se han desarrollado en
otros países, son una base importante para la búsqueda creativa de
propuestas que respondan a la realidad uruguaya actual. En un contexto de
país, en el cual se ha comenzado a revalorizar la importancia de promover
proyectos productivos como forma de apoyar estrategias de solución al
problema de la pobreza, es imprescindible que se produzca un debate
abierto, plural, sin dogmas ideológicos ni metodológicos, que fructifique en
políticas y programas realistas y eficientes.
En este documento se pretende aportar algunas reflexiones, basadas en
la observación y análisis de casos reales, con el objetivo de contribuir al
diseño e implementación de programas destinados a fomentar y apoyar la
creación de “proyectos productivos”, en el marco de políticas orientadas a
reducir la pobreza mediante el desarrollo de formas de autoempleo.
Definición de algunos conceptos
Tanto en la literatura especializada como en el “lenguaje” de los actores
institucionales que trabajan en esta temática, es posible observar diversos
5. En este trabajo se utilizará la expresión “proyectos productivos”, tal como se explicará más
adelante. En la introducción se opta por la expresión “microemprendimientos”, porque es la
que se ha venido empleando, tanto en el ámbito académico como en el de las instituciones
que los promueven.
9
términos para referir al mismo objeto. Microempresas, emprendimientos,
autoempleo, proyectos productivos son quizá las palabras más comúnmente
empleadas.
Esta diversidad terminológica suele generar confusión, no solo a nivel
discursivo, sino fundamentalmente a nivel metodológico. Si bien estas
palabras aluden al mismo objeto, cada una expresa formas diferentes de
concebirlo, y por tanto de abordarlo. Inclusive las palabras suelen tener vida
propia, y cierto grado de nominalismo presente en todo debate tiende a
confundir las palabras con los objetos que ellas designan, generando
confusión, ya que la discusión se traslada del objeto (el contenido, lo
designado) al lenguaje (las palabras, lo que designa el contenido). De ahí la
necesidad de comenzar con una precisión terminólogica, de modo que quede
claro de qué se está hablando.
MICROEMPRESA
En general suele definirse la empresa como una “unidad de producción,
comercio o prestación de servicios… en la que se pueden distinguir elementos
de capital, trabajo y tecnología…”.6 Cuando estas unidades son de
pequeño porte (determinado éste por el número de personas que trabajan en
ella, la facturación y el capital invertido)7 se denominan microempresas.
Esta definición distingue únicamente a las unidades productivas por su
“tamaño”, medido éste mediante una combinación de tres variables: número
de personas que ocupa, facturación anual y capital invertido. De acuerdo con
ella, son microempresas tanto, una pequeña carpintería en la que trabajan
dos personas y que genera ingresos de subsistencia para ambas, como
cualquier empresa unipersonal de servicios sin personal a su cargo, cuyo
titular obtiene ingresos que le permiten llevar un buen nivel de vida.
El término “microempresa” contribuye a delimitar el campo de acción del
tema objeto de este trabajo (la creación de unidades productivas), pero
restringe mucho su alcance. Así por ejemplo, algunos “proyectos productivos”
generados en el marco de procesos de creación de formas de autoempleo
entre población en situación de pobreza, implican la fundación de unidades
productivas con un número superior a las cuatro personas. De modo que
estrictamente no constituyen microempresas.
EMPRENDIMIENTO
Si bien este término suele ser utilizado como sinónimo de “empresa” (ya
que refiere también a una unidad productiva), envuelve también la idea de
algo en proceso de creación. Por lo general se habla de “emprendimiento”
cuando una empresa está naciendo o cuando está llevando adelante un
nuevo proyecto de negocios. El prefijo micro suele utilizarse para los casos
en que la unidad productiva involucrada es de muy pequeña dimensión.
6. Ameconi, Oscar (2004).
7. En Uruguay se establece que una microempresa es una empresa con: 1) hasta cuatro
personas trabajando en ella, incluidos sus propietarios; 2) una facturación anual inferior a
US$ 60.000; y 3) un capital menor de US$ 20.000.
10
Este término le agrega al sustantivo (empresa) un cierto grado de
adjetivación positiva. La siguiente definición de emprendimiento así lo
expresa en forma bastante clara: “que emprende cosas difíciles, atrevido”.8 El
alcance de la misma trasciende lo empresarial, para abarcar todo tipo de
actividades. En el mundo empresarial, el concepto “emprendimiento” suele
asociarse también al actor que lo impulsa, el “emprendedor”. Este es mucho
más que un simple empresario. Es alguien con un conjunto de cualidades
o competencias personales, que le permiten llevar adelante nuevas ideas y
proyectos, aun en condiciones que para otros colegas resultan muy difíciles
o imposibles. Son empresarios sobresalientes; algo así como una elite.9
En función de lo anterior se entiende que, en relación a los programas de
apoyo a la superación de la pobreza, esta palabra aporta ideas instrumentales
importantes, como “proceso de creación” o “llevar adelante algo nuevo”; pero
también resulta restrictiva, en la medida que acota su alcance a los proyectos
productivos abordados por “emprendedores”. En efecto, como se verá más
adelante, no todas las personas que pueden participar con suceso en
programas de este tipo, poseen a priori un perfil emprendedor, ni lo tendrán
en el futuro. Si esos programas reducen la selección de sus beneficiarios a
las personas con un perfil “emprendedor” o con potencial para adquirirlo,
estarán dejando fuera a otras personas que muy probablemente poseen las
competencias para generar su propia fuente de trabajo e ingresos, aunque
no son ni nunca serán “emprendedores”.
AUTOEMPLEO
Por autoempleo suele entenderse un tipo de estrategia de generación de
ingresos, que se desarrolla como alternativa al trabajo en relación de
dependencia.10 Se materializa a través de diferentes tipos de actividades,
entre los que se destacan: la creación de unidades productivas (micro o
pequeñas empresas), el trabajo independiente (artesano, herrero, vendedor
callejero, etcétera), las changas, y otras estrategias similares. En ocasiones
el autoempleo complementa empleos en relación de dependencia.
El “autoempleado” puede ser un “emprendedor” o simplemente alguien
que opta por este camino cuando ve agotadas las posibilidades de trabajar
en relación de dependencia. Puede o no también percibirse a sí mismo como
un “empresario”. Lo que lo define es su intención de construir “algo” (unidad
productiva o simple actividad) para generar sus propios ingresos.
El diagrama siguiente ilustra esta situación.
8. Diccionario El Pequeño Larousse ilustrado.
9. Algunos programas como el de ENDEAVOR, identifican empresarios con perfil emprendedor
para ayudarles a desarrollarlo. Los criterios de selección suelen ser bastante estrictos y la
mayoría de los empresarios no califican para esos programas, tomado de
10. Véase Busalacchi, Marcelo y Bader, Jorge (2003)
11
La palabra autoempleo parece bastante precisa a los efectos de orientar
metodológicamente el diseño y la implementación de esos programas. En
efecto, aspectos como la selección de los beneficiarios o el tipo de apoyos que
necesitarán para llevar adelante con suceso sus proyectos, se pueden
identificar con mayor precisión si se parte de la base de que el público objetivo
de estos programas está conformado básicamente por quienes optan por una
forma de “autoempleo” y no por “emprendedores”.
No obstante, el término es una forma de abordar el problema “por la
negativa”, ya que “autoempleo” se define por contraposición a “empleo en
relación de dependencia”. De modo que si bien contribuye a comprender
mejor el perfil y necesidades del público objetivo, no aporta al “qué”, a lo que
hay que construir, al tipo de “proyecto” económico de esas personas.
Si bien en su dimensión “negativa” el concepto es claro (no refiere a
empleo en relación de dependencia), resulta difuso en cuanto a su dimensión
“positiva” (de qué tipo de actividad independiente se trata). ¿Cuál es el
objetivo de un programa de salida de la pobreza mediante el autoempleo: la
generación de unidades productivas que operen formalmente (al menos en
el mediano plazo), la formación de destrezas para ser trabajador independiente
(artesano, carpintero, herrero, vendedor tercerizado, etcétera) o la
capacitación de personas para “revolverse” haciendo “changas”?
En este documento se asume que el objetivo de esos programas es ayudar
a personas o grupos de personas a crear unidades productivas que puedan
funcionar en el marco de la formalidad. De ahí que la palabra “autoempleo”
resulte también insuficiente pare definir el objeto de esos programas.
¿Por qué ese criterio? Unidades productivas, porque el trabajador independiente
de bajo capital social tiene una alta probabilidad de terminar
siendo un subempleado en el sector informal, o en el mejor de los casos,
personal tercerizado (esto es, alguien que trabaja en una relación de
dependencia encubierta sin acceso a servicios sociales).
Que operen formalmente, porque la formalidad asegura a las personas el
acceso a los servicios sociales (seguro de enfermedad, cobertura mutual,
etcétera) y a la jubilación, al tiempo que potencia la capacidad comercial y
el crecimiento de la unidad productiva (las empresas informales no tienen
acceso a las cadenas productivas y comerciales que operan en la formalidad,
que suelen ser las de mayor rentabilidad, potencial de crecimiento y
diversificación de riesgos).
Empresario Autoempleado
o
emprendedor
12
A la luz de lo anterior resulta obvia la siguiente interrogante. Si por
definición las “empresas” son unidades productivas que incluyen alguna
forma de trabajo, capital y tecnología, ¿por qué no hablar directamente de
“empresas”? Aquí se vuelve al problema arriba mencionado del “nominalismo”.
Estos autores entienden que, a los efectos de los programas aquí considerados,
esta palabra puede introducir factores de distorsión como consecuencia
de: a) la existencia en el imaginario colectivo de la sociedad uruguaya de un
fuerte reduccionismo del alcance de los términos “empresa” y “empresario”,
asociándoselos por lo general en forma exclusiva con las organizaciones de
marcas conocidas y de cierto porte, y por lo tanto algo que no cualquier persona
puede construir; b) la asociación del concepto con la noción de “lucro” o
“apropiación del trabajo de otros”; c) una tendencia fuertemente expandida en
la sociedad uruguaya (y particularmente en los segmentos de menor nivel
socioeconómico) a valorar negativamente al actor, el empresario.11
Esta distorsión puede operar negativamente sobre una parte del público
objetivo, ya que para algunos la propuesta de “crear una empresa” puede
entenderse como un desafío inalcanzable, algo que no es “para personas
como él”. O también como una opción incompatible con su escala de valores.
Por otra parte, algunas alternativas de unidades productivas pueden
funcionar dentro de cadenas de lo que se denomina “economía solidaria”,
donde el objetivo de la actividad económica no consiste en el “lucro” sino en
la generación de fuentes de ingreso para sus protagonistas. Así por ejemplo,
los programas aquí considerados podrían estimular la creación de unidades
productivas que operen en el marco de redes de comercio justo, cooperativas
u otros esquemas institucionales que rechazan el empleo de la palabra
“empresa”.
En función de todo lo anterior se opta aquí por un término que está
comenzando a emplearse (proyecto productivo), al que se agrega el adjetivo
“asistido”.
PROYECTO PRODUCTIVO ASISTIDO
Se entiende por tal una estrategia de autoempleo soportada en algún tipo
de apoyo institucional, orientada a la creación y sostenibilidad en el tiempo
de algún tipo de unidad productiva con la meta de operar en la formalidad,
independientemente de su tamaño y forma jurídica.
Proyecto, porque se trata de algo a imaginar y a poner en marcha. Es en
parte un “proceso” a diseñar y a gestionar. Si bien al final del camino se
espera obtener una “unidad productiva” viable, desde el punto de vista
metodológico lo más importante es el proceso para llegar a ese objetivo. La
palabra proyecto se utiliza tanto en función de su acepción vulgar (algo que
se imagina y que se quiere llevar adelante), como del término técnico
propiamente dicho (el diseño y evaluación de la viabilidad de un negocio).
El éxito de cualquier idea empresarial requiere la previa evaluación
técnica de su viabilidad. Esto es, la formulación y evaluación de un proyecto
de negocios.
11. González, Alberto y Hernández, Tomasa (2005).
13
Productivo. Con esta palabra se alude a la idea de que el objetivo de esos
proyectos es la puesta en marcha de unidades creadoras de “valor” intercambiable
en el mercado, que permitirán a sus protagonistas la autogeneración
de ingresos. Incluye la fabricación de bienes, la producción en el sector
primario o la prestación de servicios.
Productivo se asocia aquí a un tipo de actividad que genera algo que “vale”
para alguien, y por lo cual está dispuesto a entregar algo que también “vale”
para quien la crea. El concepto se asocia pues a la idea de que estos proyectos
tienen que contar con cierto grado de “orientación al mercado”,12que
garantice la opción por actividades (producción de bienes o servicios) que
satisfagan las necesidades o requerimientos de un mercado determinado y
a los “precios” que ese mercado está dispuesto a pagar por ellos.
El concepto apunta a dotar a los proyectos de un grado de “realismo”.
Muchas son las experiencias de proyectos basados en lo que las personas
“saben producir”, pero para los que no se estudia ni evalúa si existe un
mercado que esté dispuesto a comprarles. Así por ejemplo, el artesano puede
elaborar artesanías que en su entorno resultan bienes superfluos y que al
mismo tiempo no se adecuan a los gustos o niveles de calidad exigidos por
los segmentos que pueden pagarlos. O sea, un producto sin mercado.
Asistido. Uno de los aportes de este trabajo es la hipótesis que establece
la necesidad de que los proyectos productivos impulsados en el marco de
programas que buscan la igualdad de oportunidades para la inclusión social
tienen como condición necesaria la incorporación de una apoyatura. La
misma debe operar antes, durante y luego de iniciada.
Esta necesidad deriva de las “condiciones de partida” de estas personas
o grupos, caracterizadas por un entorno socioeconómico desfavorable, un
escaso capital social,13 y un capital cultural muchas veces insuficiente
(educación, hábitos de trabajo con cierto grado de rutina, cumplimiento de
compromisos en tiempo y forma). En consecuencia, la viabilidad de estas
unidades productivas dependerá en gran medida de la asistencia institucional
que reciban, al menos durante sus primeros años y hasta alcanzar un cierto
grado de consolidación.
¿De qué tipo de asistencia se está hablando? Si bien esta pregunta se
responderá más adelante con mayor detalle, es posible adelantar que incluye
una amplia gama de apoyos. En primer lugar, asistencia técnico-empresarial,
esto es, asesoramiento en la organización de los procesos productivos,
en el manejo de los recursos económico-financieros y en la gestión de la
relación comercial con los mercados. También, se requerirá apoyo de tipo
“psicosocial” para dar un soporte a personas con dificultades de autoestima,
situaciones familiares complejas y serias limitaciones para manejar los
12. Kotler, Philippe (1996).
13. Por capital social se entiende el grado participación en redes sociales, lo que
introduce una mayor o menor posibilidad de acceso a información y contactos,
elemento imprescindible para el funcionamiento de cualquier tipo de empresa.
Arocena, José (1990).
14
tiempos de espera que requiere la puesta en marcha de estos proyectos. Otra
línea de apoyo es la constitución de lo que aquí se denomina “paraguas
institucionales”;14 esto es, organizaciones que ayuden a compensar las
carencias de partida que tendrán estos “empresarios”: falta de capital de giro,
acceso a herramientas y tecnología, escala de producción y acceso a
mercados donde comercializar sus productos y servicios.
En función de lo anterior, se propone la expresión “proyectos productivos
asistidos”, para referirse al objeto de los programas orientados a la reducción
de la pobreza, que optan por la creación de unidades productivas por parte
de las personas que viven en esa condición.
Algunas reflexiones sobre el perfil de partida del público objetivo
A la luz del análisis anterior es posible afirmar que los beneficiarios de
estos programas ingresan a los mismos con diferentes puntos de partida.
Este análisis sugiere también que hay dos variables relevantes sobre las que
se diferencian, las que permiten construir una clasificación teórica de ese
público. Estas variables son: a) la posesión o no de un perfil más o menos
emprendedor; b) el objetivo personal de solo sustituir el empleo en relación
de dependencia (total o parcialmente, transitoria o definitivamente) o el más
ambicioso de construir proyectos productivos propios.
La diferencia en función del objetivo personal de los participantes es una
variable relevante. A efectos prácticos, la diferencia entre ambos segmentos se
encuentra en su punto de partida. Unos ya tienen claro que su proyecto personal
pasa por la creación de algún tipo de unidad productiva, pero los otros buscan
una alternativa al trabajo en relación de dependencia, principalmente porque
les resulta muy difícil encontrar una solución de este tipo. Como se puede ver
en la tabla siguiente, los perfiles de partida son diferentes, y en consecuencia,
contar con un diagnóstico adecuado sobre los mismos es condición necesaria
para el éxito de los programas o actividades destinadas a apoyarles en la
construcción de una alternativa económica autónoma. Expresado de otro
modo, ayuda a elegir la metodología de apoyo más adecuada para cada caso.
14. Véase Capítulo 5.
15
Personas que buscan crear Personas que buscan
una unidad productiva una forma de autoempleo
TABLA 1. DIFERENCIAS DE PERFIL ENTRE QUIENES BUSCAN CREAR
UNA UNIDAD PRODUCTIVA Y QUIENES BUSCAN UNA FORMA DE AUTOEMPLEO
Vocación emprendedora más o menos
clara.
Autoestima elevada y confianza en
la capacidad propia para llevar adelante
el proyecto productivo.
Ideas bastante bien definidas sobre
el proyecto productivo; en particular,
productos y mercados.
Presencia de habilidades básicas
emprendedoras.
En promedio: capital sociocultural
medio o alto.
Jóvenes que eligen esta opción de
vida o adultos que quieren
reconvertirse.
Vocación emprendedora escasa o
desconocida por la persona.
Dudas, temores y escasa confianza
en la capacidad propia para
llevar adelante el proyecto productivo.
Ideas difusas sobre el proyecto productivo,
pluralidad de ideas o ausencia
de ideas.
Ausencia o desconocimiento de habilidades
básicas emprendedoras.
En promedio: capital sociocultural
medio-bajo o bajo.
Personas subocupadas o desocupadas
que buscan una solución al
problema del empleo.
Si bien el perfil emprendedor suele aparecer con más fuerza en el primer
grupo (el de los que optan por la creación de un proyecto productivo propio),
la experiencia sugiere que ambas variables tienen cierto grado de independencia.
Esto es, algunas de las personas de ese grupo carecen de un perfil
emprendedor o lo tienen en baja proporción, al tiempo que hay personas que
prefieren otras formas de resolver el problema de la relación de dependencia,
que también presentan competencias emprendedoras.
De modo que la clasificación anterior, puede enriquecerse con la siguiente,
que identifica cuatro situaciones mediante la combinación de ambas
variables: el objetivo personal y el perfil emprendedor. De la misma surgen,
por un lado cuatro segmentos de “beneficiarios” y por otro, cuatro tipo de
outputs de los programas formulados como estrategias de salida de la
pobreza.
16
LOS QUE BUSCAN LA CONSTRUCCIÓN DE UN PROYECTO PRODUCTIVO PROPIO
Cuando el objetivo personal es el de construir un proyecto productivo
propio (individual o grupal) y la persona posee además un perfil emprendedor,
se está ante el caso proyectos productivos con fuerte impulso endógeno,
esto es, con la energía de sus propios actores. Se trata de actores más
proactivos, que buscan los apoyos institucionales al tiempo que poseen un
mayor grado de autonomía y capacidad de propuesta, tanto en el momento
de formular el proyecto como en el de ejecutarlo. A modo de ejemplo, en los
últimos años han sido de público conocimiento los casos de empresas
“reflotadas” por el impulso de sus trabajadores.
Cuando falta ese perfil, se está ante proyectos productivos que requieren
un fuerte impulso exógeno (aportado por los propios programas). Es el caso,
por ejemplo, de los ex empleados de una empresa que cierra y que se
proponen formar una cooperativa para mantener sus fuentes de trabajo,
pero que carecen de liderazgo e ideas, al tiempo que concentran sus energías
en buscar apoyos y soluciones externas (la mayoría a través del Estado). Se
trata de personas o grupos que visualizan su futuro económico a través de
la constitución de un proyecto productivo, pero que carecen de la energía
suficiente para llevarlo adelante solos.
LOS QUE BUSCAN LA SUSTITUCIÓN DE LA RELACIÓN DE DEPENDENCIA
Es el caso en que las personas buscan una alternativa a la relación de
dependencia, porque no visualizan (al menos en el corto plazo) una solución
por el lado del empleo. Más que una unidad productiva (combinación de
capital, trabajo y tecnología), estas personas optan por alguna forma de
trabajo independiente, lo que supone un menor grado de compromiso
económico y relacional, y una mayor libertad de trabajo.
También aquí es posible distinguir a los que tienen un perfil emprendedor
de los que no lo poseen. Los primeros tienden a construir una oferta de
trabajo relativamente profesional: ofrecen productos de calidad, cumplen los
compromisos pactados, muestran un adecuado nivel de responsabilidad y
TABLA 2. TIPOLOGÍA DE SITUACIONES DE PARTIDA
Objetivo personal
Perfil emprendedor
de partida Sustituir relación Construir proyecto
de dependencia productivo propio
Tiene Trabajador Proyecto productivo con
independiente fuerte impulso endógeno
“profesional”
No tiene Trabajador Proyecto productivo
independiente poco que requiere impulso
profesional u orientado exógeno
a las changas
17
seriedad, se capacitan, etcétera. Inclusive algunos trabajan en condiciones
formales. Todo lo cual les ayuda a construir carteras de clientes que les
aseguran cierta estabilidad en materia de trabajo e ingresos.
Por el contrario, los segundos, adoptan actitudes menos profesionales, lo
que les impide tener trabajo en forma regular, acudiendo a las changas.
Algunos terminan trabajando con formas de relación de dependencia
encubiertas y condiciones laborales desfavorables, como es el caso de
muchas personas que trabajan como proveedores en sectores como la
construcción (albañiles, fontaneros, carpinteros, etcétera), los nuevos sistemas
de delibery, etcétera.
La existencia de estos segmentos es un punto de partida a ser considerado
por los programas aquí estudiados. ¿Deben estar dirigidos a todos esos
segmentos o focalizarse en algunos de ellos? ¿Cuáles de esos segmentos
tienen mayor probabilidad de aprovechar la participación en este tipo de
programas? ¿Es posible cambiar a algunas personas hacia los segmentos
con mayor probabilidad de éxito? Todas estas interrogantes suponen la
respuesta previa a esta otra pregunta: para los programas orientados a
disminuir la pobreza, ¿son todos esos outputs igualmente aceptables o por
el contrario algunos tienen un retorno social superior, y en consecuencia los
programas deberían poner el foco en ellos?

jueves, 25 de marzo de 2010

BASE DE LA ANTOLOGIA DEL LENGUAJE

La historia suele conservar como la secuencia de las huellas dejadas por los acontecimientos ocurridos en el pasado.
exposición creativa de una manifestacion artistica aqui nostrata de explicar como podeamos hacer para tener una vida mejor, era empezar a saber como eramos y aconocer a nuestro ser confiando en nuestro exito.
podemos darnos cuenta que al hablar o al actuar estamos realizando una antologia metafisica y es muy importante que comprendamos esto.
Seres linguisticos; primer postulado.
Nos consideramos asi porque siempre vivimos en el lenguaje y es la clave para comprender los fenomenos humanos,al igual formamos parte de un movimiento que incorpora diferentes aproximaciones y se les asigna deferentes nombres.
Lenguaje generativo ; Segundo postulado, El lenguaje se a considerado como un instrumento que nos permite describir lo que persibimos o expresamos de nuestro mundo interior y exterior .
Una composición no metafisica de los seres humanos, se dice que los seres humanos, reiteramos, no tienen un ser dado fijo ,inmutable y sabemos lo que somos pero no sabes lo que podriamos ser , una cmprensión ontologica de nosotros mismos nunca podemos darnos una respuesta correcta y determinada ala pregunta de lo que significa el ser humano y que nuestro ser es un campo abierto al diseño.
Pilares de la metefisica; Los sentidos nos proporciona una informacion del objeto pero no de una forma fiel y es mas dependiente del que las sabe. se niega el poder conocerlas en lo que realmente son, independiente de quien las observa.
lógica moderna, busca una coherencia interna; la verdad es simple juego de logica de coherencias internas dentro de un sistema dado y a ello aplicamos a todo lo conocido la coherencia de otras proposiciones cayendo en una circularidad.

APRENDER APRENDER.

ENSAYO.
vicente-alumno-mvzunachpalenque

miércoles, 10 de marzo de 2010

los saraguato

Mono aullador, mono rugidor, mono barbudo, mash-saraguato (tzeltal), baat’s (maya lacandón).
HÁBITAT: En Selvas Altas.
DESCRIPCIÓN: Son más un poco más grandes y robustos que los monos araña. La cabeza es grande y provista de fuertes mandíbulas. Tienen en la garganta una caja de resonancia formada por el hueso hioides, que les da un aspecto muy peculiar, a lo que también contribuye la barba que ostentan, especialmente los machos.

Las extremidades son cortas y gruesas. Una animal adulto pesa entre 6 y 10 kg.
HÁBITOS GENERALES: Son primates sociales, que forman grupos que van de los 5 a los 20 individuos. Prácticamente toda su actividad se desarrolla en lo alto de los árboles, en donde se desplazan con gran habilidad, aunque sin los grandes saltos y acrobacias que caracterizan al mono araña. Asimismo pueden permanecer totalmente quietos y pasar inadvertidos. Su alimentación es vegetariana consumiendo hojas, brotes tiernos y diversos frutos.

REPRODUCCIÓN: El apareamiento y nacimiento de las crías puede darse en cualquier época del año. Únicamente tienen una cría después de alrededor de 140 días de gestación, la cual permanece firmemente sujeta al dorso de la madre por más de 10 meses.
DISTRIBUCIÓN: El pardo de distribuye en la parte norte y noreste del estado y la negra en la región lacandona. En los municipios de Palenque y Ocosingo.
HISTORIA EN EL ZOOMAT: Son animales muy difíciles de criar en cautiverio. La especie negra puede verse cautiva y la parda se encuentra en libertad en el bosque que cobija al zoológico.DATO CURIOSO: Por las mañanas y al atardecer los machos emiten fuertes rugidos que son escuchados a varios kilómetros a la redonda. Esto se debe a la adaptación del hueso hioides, haciendo que la garganta funcione como una caja de resonancia.

martes, 9 de marzo de 2010

CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DEL HEREFORD




CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DEL HEREFORD
Una característica sobresaliente de los Hereford es la combinación de colores. La tonalidad del color del cuerpo va del rojo claro al rojo oscuro. El color blanco de la cara ha determinado que los ganaderos designen esta raza como "Cara Blanca". El color blanco se encuentra en la cara, cuello, pecho, abdomen, rodillas y corvejones; es común que el ganado Hereford presente una coloración roja alrededor de los párpados, este detalle es muy apreciado por los criadores.
El Hereford es una raza que va del mediano al gran tamaño; la tendencia en su crianza es obtener ganado más compacto, de líneas sanguíneas más cerradas, de madurez precoz y de extremidades cortas. Es rústico y gran parte de su reputación estriba en la capacidad que tiene para recorrer los potreros y así obtener su alimento. Últimamente se ha dado mayor importancia al tamaño y crecimiento.
La mayor parte del ganado es de excelente constitución, siendo profundo y ancho de tórax y abdomen. Su temperamento y su carácter son buenos ya que son tranquilos y fáciles de manejar.
Es notable este ganado por su adaptabilidad a las distintas condiciones que privan en ranchos, haciendas y corrales de engorda.

CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DEL HEREFORD


CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DEL HEREFORD

Una característica sobresaliente de los Hereford es la combinación de colores. La tonalidad del color del cuerpo va del rojo claro al rojo oscuro. El color blanco de la cara ha determinado que los ganaderos designen esta raza como "Cara Blanca". El color blanco se encuentra en la cara, cuello, pecho, abdomen, rodillas y corvejones; es común que el ganado Hereford presente una coloración roja alrededor de los párpados, este detalle es muy apreciado por los criadores.
El Hereford es una raza que va del mediano al gran tamaño; la tendencia en su crianza es obtener ganado más compacto, de líneas sanguíneas más cerradas, de madurez precoz y de extremidades cortas. Es rústico y gran parte de su reputación estriba en la capacidad que tiene para recorrer los potreros y así obtener su alimento. Últimamente se ha dado mayor importancia al tamaño y crecimiento.
La mayor parte del ganado es de excelente constitución, siendo profundo y ancho de tórax y abdomen. Su temperamento y su carácter son buenos ya que son tranquilos y fáciles de manejar.
Es notable este ganado por su adaptabilidad a las distintas condiciones que privan en ranchos, haciendas y corrales de engorda.

Características Físicas del brangus


Características Físicas del brangus

Libres de adiposidades excesivas, se caracterizan por su pelo corto, lacio y lustroso, de color negro o rojo, la piel suelta y movible, pigmentada al igual que mucosas y pezuñas.
Los reproductores Brangus son de tamaño mediano, simétricos, balanceados, anchos, de costillas bien arqueadas, largos, musculosos, con buen desarrollo óseo y miembros fuertes con soltura de movimientos.
Aptitudes:
En la cría, la madre Brangus es una excelente fábrica de terneros posee abundante producción de leche y por su excelente habilidad materna tiene bajos índices de mortalidad.
En la invernada el novillo Brangus cubre perfectamente tanto las necesidades del mercado interno como la demanda exportadora, asegurando una correcta terminación sin excesos de gordura y con alto rendimiento en carne.