martes, 2 de marzo de 2010

EL ORIGEN DE LAS INFECCIONES

En el siglo XIX estaba claro que varios males como el sarampión, la viruela y la sífilis eran contagiosos. Con todo aun no se distinguía el origen infeccioso de otras enfermedades que, como el cólera, causaban miles de victimas en grades epidemias. El químico alemán justus von liebing ( 1803-1890) sostuvo la extravagante teoría de la fermentación: surgía en los organismos a consecuencia de un proceso digestivo, de un extraño principio morbífico en la sangre que inducia la fermentación de esta y, en consecuencia, la aparición de la enfermedad.

Mas significativa fue otra teoría errónea, conocida como teoría de las miasmas, originada en la edad media. Según esta, bajo determinadas circunstancias el aire se cargaba de una influencia epidémica que se volvía maligna al combinarse con los vapores emitidos por la descomposición de materia orgánica en la tierra. Esta combinación producía gases, también determinados miasmas, identificable por su mal olor; a su ves los miasmas causaban enfermedades como la malaria, cuyo nombre compacta los dos términos claves de esta visión: mal aire,. La teoría parecía explicar porque eran tan comunes las epidemias en los barrios sucios y mal olientes de la gente pobre, e impulso estrategias publicas que, en ves de enfocar la salud de los individuos, solo prestaban atención a las condiciones ambientales. Una de sus mayores defensoras fue la celebre enfermera florence nightingale.

Ambas teorías fueron desplazadas por la incipiente teoría de los germines. Planteada, entre otros, por el patólogo alemán friedrich henle, en la segunda mitad del siglo XIX, esta aseguraba que las infecciones eran provocadas por organismos vivos muy pequeños. Los hallazgos de Louis Pasteur y Robert koch demostraron que esta teoría era la única valida y marcaron el destino de la moderna infecto logia.

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